Es posible que este hermoso cachorro haya nacido sin mitad inferior, pero eso no le impide capturar los corazones del mundo.

El bulldog Bonsai, originario de Fort Worth, Texas, tiene seguidores en todo el mundo debido a su inigualable entusiasmo y pasión por la vida.

El cachorro de seis meses nació con múltiples malformaciones poco comunes que lo dejaron con solo la mitad de la columna, sin pelvis y con pequeñas patas traseras contraídas.

Cuando todavía era un pequeño cachorro, se vio obligado a sufrir una amputación bilateral de sus patas traseras, pero eso no lo detuvo.

Sufre múltiples afecciones, incluida una dolencia humana conocida como agenesia sacra (síndrome de regresión caudal) y disgenesia sacrocaudal, presumiblemente combinada con una forma de espina bífida.

Además, Bonsai nació como un cachorro de morsa, lo que significa que estaba lleno de líquido que, combinado con una falta de movimiento de la parte trasera, lo dejó con el síndrome del nadador.

El síndrome del nadador es un trastorno en el que el pecho del cachorro recién nacido se vuelve peligrosamente plano y las patas de trabajo se extienden hacia los lados, ejerciendo presión sobre los órganos internos, escribe la propietaria de Bonsai, Elizabeth Hart, en su página de recaudación de fondos.

Es curable con tiempo y terapia pero no hay solución para la deformación de la columna y pelvis de Bonsai, motivo de la amputación de sus patas traseras.

Bonsai requerirá múltiples exámenes en profundidad de su anatomía interior para ayudar a controlar sus afecciones, incluida una costosa resonancia magnética y otros tratamientos complejos de imágenes.

Hart escribe en la página que aún tienen que localizar un solo caso documentado de que las condiciones exactas del Bonsái se encuentren en cualquier otro mamífero vivo.

El siguiente paso para Bonsai es obtener un juego de ruedas hechas a medida para reemplazar sus patas traseras y permitirle caminar.